Aunque la sinceridad de Pablo había sido cuestionada, él sabía que, gracias a su historial de transparencia con ellos, seguirían confiando en él. Por su actuar, sabían que les hablaba sinceramente.
2 Corintios 1.17-20. Así que, al proponerme esto, ¿usé quizá de ligereza? ¿O lo que pienso hacer, lo pienso según la carne, para que haya en mí Sí y No?18 Mas, como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es Sí y No.19 Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros, por mí, Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él;20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
ACTIVACIÓN: Diariamente nos enfrentaremos a la tentación de ocultar la verdad o parte de ella. ¿Escogeremos la verdad o la mentira?
• ¿Somos lo suficientemente transparentes para que la gente confíe en nosotros?
• ¿Ocultamos nuestras motivaciones por conveniencia?
• ¿Fingimos apoyar a los hermanos estando en su presencia, pero hablamos mal
de ellos a sus espaldas?
• Si nuestros familiares no pueden confiar en nosotros… ¿Puede Dios?
Esto no significa que siempre revelemos a todos, todo lo que somos, hay temas confidenciales, personales y familiares que hay que saber a quién confiar. No todo mundo necesita estar al tanto de nuestra información. A veces, una respuesta honesta puede ser: “No puedo responderte porque tengo un acuerdo de privacidad con una persona.”
2 Corintios 4. 1-2. Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2 Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.
Padre, hazme cada día un poco más como tú eres. Quita hoy un poco más de lo que estorba para que tu gloria sea vista en mí. En el nombre de Jesús, amén.