EL apóstol Pablo nos dice como permanecer en la paz de Cristo.

Filipenses 4. 4-9. Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

Imagínate que llevaras un registro de los pensamientos que pasan por su mente. ¿Qué pensamientos tendrías que excluir y sustituir?

Padre, gracias por darme la salida a la ansiedad, que me ha tenido cautivo durante tanto tiempo. Tu Espíritu Santo me guía hoy a la verdad, que me hace libre. Por cada pensamiento tóxico que tenga persistentemente en mí, buscaré la verdad de tu palabra y la meditaré y hablaré hasta que mi fe crezca y sea mi verdad. Para hacerme experto en tu palabra y pueda vivir en la paz que Cristo ya ganó para mí en la cruz. En el nombre de Jesús, amén.